Hace unas semanas saltaba la noticia de la creación de la Superliga de fútbol europeo. Aunque su nacimiento ha sido frustrado, es interesante valorar el por qué de su creación y las consecuencias de la misma. Porque uno de los argumentos que daba Florentino Pérez, principal promotor, para la creación de la misma es que el fútbol ha empezado a no interesar a los jóvenes de entre 14 y 25 años. Futuros clientes que se necesitan para que siga siendo el deporte rey y las televisiones paguen millonadas por sus derechos.
Y es que, con la irrupción de las plataformas digitales y el video bajo demanda, los eventos deportivos en directo son, por ahora, los únicos programas de televisión que garantizan elevadas audiencias y la atracción de anunciantes. Hablamos de un círculo virtuoso; los anunciantes pagan por audiencia, la audiencia te la dan los eventos deportivos, por tanto, los eventos deportivos son los productos por los que las empresas de televisión están dispuestas a pagar más dinero. Empresas tradicionales de televisión a las que se les han unido en la puja las nuevas plataformas. Ese es el caso de la NFL que, en la negociación de su nuevo contrato de televisión para la próxima década, han tenido que dar cabida a Amazon Prime en el reparto.
Volvamos al origen del post; el desapego de los jóvenes por el fútbol y sus motivos. Hay dos que se han comentado en varios foros y en los que estoy de acuerdo. Por un lado, la duración de los encuentros y por otro la falta de interés de muchos partidos.
En cuanto a la duración, 90 minutos se han convertido en algo muy largo para la rapidez con la que los jóvenes quieren que ocurra todo. Hay deportes que se dieron cuenta de esto hace tiempo; El tenis redujo casi todos los torneos a 3 sets y el golf lleva tiempo dándole vuelta cómo reducir el tiempo de juego ya que solo los jubilados disponen de 4 horas para jugar. En el caso del fútbol, han ido incluso para atrás introduciendo los tiempos muertos.
La juventud, además de inmediatez, exige frugalidad. Que todo pase rápido. Estar 90 minutos para que no se marque ni un gol es molto longo como dice la famosa frase de Juanito. Y esa posible falta de emoción nos lleva al segundo punto, el atractivo. Por mucho que digan que una competición con solo los mejores va a genera más atracción es una falacia ya que el interés llega, como en casi todos los deportes, en las eliminatorias directas, sobre todo teniendo en cuenta, y esto es lo relevante, que los jóvenes han encontrado más atractivo en el fútbol virtual que en el real.
El crecimiento imparable de los e-sport es una realidad que ha venido para quedarse. Reforzado este año por la pandemia que ha potenciado todo lo online y que obligó al fútbol sin aficionados. De forma parecida a lo que le ocurrió en España a los toros con el fútbol, los videojuegos amenazan el futuro del deporte rey. La industria del videojuego ya genera más que todos los deportes y el cine juntos, una brecha que amenaza con ser infinita. Tendrán que ser capaces de combinar tradición e innovación, algo, que como vemos en otros campos, no siempre termina bien.
Ya hemos comentado más de una vez en el blog que vivimos un cambio de era que no sabemos hacia donde nos lleva. Quién podría imaginar que el todopoderoso fútbol iba a tener que ponerse ante el espejo. Pero es que el nuevo mundo que viene obliga a nuevas reglas.