Hace unos años, estando de vacaciones de Navidad en San Sebastián, me comentó un gran amigo ingeniero que, como había aprendido en la carrera y al igual que hacen las empresas, él llevaba años haciendo un plan de objetivos anuales.

Es decir, en ciertos aspectos como la familia, el trabajo o el matrimonio, indicaba una serie de objetivos a realizar durante el año. Los tomaba más como un camino de vida que como una serie de metas a cumplir y que con el paso de los años le había ayudado a ir desarrollando su día a día.

Me pareció una idea magnífica, se la copié y este año, uno más, he elaborado mi plan de objetivos anuales. Y como uno de los objetivos es darle más continuidad al blog, me pareció interesante trasladar la idea a mis amigos lectores por si les puede ayudar a ellos igual que a mí.

El desarrollo es muy sencillo. Hay que marcarse una serie de objetivos que sean medibles para, a final de año, valorar su cumplimiento. Tiene que ser de una manera sintetizada, cada objetivo en una frase y, por ejemplo, dividirlos por temáticas.

Primero planteo 3 objetivos generales que serán los que marquen el desarrollo del año. Y después concreto otros tres o cuatro objetivos divididos en 4 categorías: profesional, matrimonial, familiar y personal.

Cualquier idea, siempre que sea medible, es buena. Desde las veces que vas a salir con tu mujer a cenar al mes o el objetivo de facturación que te propones en el trabajo. Yo, suelo añadir varios relacionados con el tiempo libre, como es el número de libros a leer o las series que quiero ver.

Como he dicho, la intención es cumplirlos, pero ni nuestra vida se tiene que ir en ellos, ni el no cumplirlos es un fracaso. La idea es que te ayuden cada día y, si en algún momento te encuentras agobiado con la vida, o no sabes si estás actuando correctamente, los relees y seguro que en algo te ayudan.


Os invito a todos a que desarrolléis vuestro Plan y a final de año valoremos los resultados. Feliz 2023.